El descuido y la imprudencia
de un conductor se convirtieron en una fatalidad la tarde de ayer, luego que un
volquete que trasportaba materiales de construcción aplastara a un niño de dos
añitos que fue dejado durmiendo en una calle intransitada del sector Santa
Margarita, cerca de la Universidad Alas Peruanas de Jaén.
La tragedia ocurrió al
promediar las 4 y 10 de la tarde, en el Pasaje Uno, en circunstancias que
vienen siendo investigadas por la PNP.
Según testigos de esta
tragedia, la pequeña víctima de nombre Homero Smith Heredia Mondragón (2), se
encontraba durmiendo y tapado todo su cuerpo con una sábana, en una calle
desolada de la zona, hasta donde lo había llevado su abuelita Nicida Araujo
Daza, quien la cuidaba mientras la madre del pequeño Liren Mondragón Araujo,
iba a estudiar en la Universidad Nacional de Jaén.
El pesado volquete de placa
de rodaje M2M-829 había llegado hasta el pasaje Uno, a dejar materiales y era
conducido por Antonio Lozano, quien luego de descargar y como las calles son
cortas en el lugar, se desplazó hasta el final de la misma, para dar vuelta al
volquete y volver a Jaén, sin divisar que el pequeño se encontraba durmiendo al
final de la misma.
Vecinos del lugar que
presenciaron la tragedia, indicaron que empezaron a gritar al conductor del
volquete para que frenara porque había un niño en la calle, pero este no les
hizo caso porque presumiblemente no les escuchó. En esos instantes una de las
llantas del pesado vehículo pasó por encima del niño, destrozándole parte de la
cabeza, no teniendo tiempo de reaccionar, falleciendo instantáneamente.
De inmediato, se llamó a la
unidad de Serenazgo y a la Policía Nacional para que intervengan en la tragedia
acontecida, quienes llegaron al lugar y dieron cuenta de esta muerte inesperada
y trágica a representantes del Ministerio Público de Jaén.
Hasta el lugar, también llegó
el propietario del volquete Héctor Fernando Ocaña Solano, quien indicó que se
hará responsable de todos los gastos que demande el sepelio del pequeño
fallecido en este accidente y que además estaba haciendo las coordinaciones
para que el conductor Antonio Lozano, se entregue a las autoridades que
investigan el caso.
“El señor Antonio Lozano
trabaja para mi empresa de venta de materiales de construcción, ubicado en la
av. Pakamuros 1794. Vino a descargar el agregado para la construcción de una
vivienda en esta zona y subió hasta donde estaba durmiendo el niño para dar la
vuelta, porque no había donde retroceder, toda vez que son calles que recién se
están haciendo, sin imaginar la tragedia que iba a ocasionar”, lamentó el
empresario Ocaña.
Posteriormente, se hizo el
levantamiento del pequeño cuerpo sin vida y se le trasladó a la morgue para la
necropsia de ley, aunque era evidente que la muerte fue porque parte del cráneo
y cuerpo del menor quedó destrozado tras ser aplastado por una de las llantas
del pesado volquete.
La necropsia determinó que el
niño falleció por Traumatismo Encéfalo Craneano Grave y politraumatismo
corporal. Siendo posteriormente entregado a sus familiares, quienes lo llevaron
al pasaje San Antonio, en los Aromos Altos, donde será velado y hoy se tiene
programado llevarlo hasta el distrito de Bellavista donde está toda su familia
para continuar con su velatorio y posteriormente se le dará cristiana
sepultura.
HOMICIDIO CULPOSO
Se informó que el conductor
del volquete Antonio Lozano sería investigado por el delito de homicidio
culposo, aunque serán las investigaciones las que determinen si hubo dolo
eventual en esta tragedia (negligencia) o fue casualidad, lo cual podría ser un
agravante o atenuante para la pena que se le impondría al responsable de esta
tragedia. No se descarta que ambas partes puedan consensuar un arreglo
extrajudicial que permitan atenuar la desgracia acontecida la tarde de ayer y
el dolor que le viene causando a la familia la pérdida del menor. Aunque, nada de
lo que se haga podrá devolver al pequeño Homero Smith.
EL DATO
El niño, su abuelita y su
mamá vivían en el pasaje San Antonio, en los Aromos parte alta y ayer su
abuelita lo llevó hasta el pasaje Uno del sector Santa Margarita, a iniciar con
la construcción de su casa, sin presagiar que la muerte rondaba el lugar.
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