AMPUTAN BRAZO DE CAMPESINO QUE RECIBIÓ UN DISPARO DE UNA ESCOPETA

JAÉN
“Estaba con mi escopeta, siempre la tengo para cuidarme de cualquier asalto o robo que siempre hay por el lugar, eran como las 8 de la noche y sentí un balazo en mi brazo que quedó destrozado, no recuerdo cómo fue, porque después perdí el conocimiento”.
Fueron las declaraciones del señor Cervando Córdova Córdova (46), quien se encuentra recuperándose en la clínica San Marcos de Jaén, donde lograron salvarle la vida, ya que tras una oportuna y eficiente intervención quirúrgica que terminó con la amputación de su brazo derecho, se encuentra mejorando de salud y en las próximas horas sería dado de alta.

Cervando Córdova mencionó que el pasado viernes 6 de mayo, al promediar las 8 de la noche, estaba en su casa ubicada en el centro poblado de Panchía del distrito de Tabaconas, en San Ignacio, y tenía cogido su escopeta cargada con un cartucho calibre 16 y en un instante estalló un fuerte balazo que destrozó su brazo.
“No se cómo pasó, yo también me pregunto cómo pudo disparar mi escopeta, no sé qué habrá pasado, no recuerdo, quiero ver mi arma, no quiero que nadie lo vea para ver si yo mismo me disparé o me dispararon”, refirió el campesino.
Este campesino indicó que es licenciado del ejército y que cumplió con servir a su patria y que por esto lo conocen muchas personas y trabaja en algunas instituciones del lugar como seguridad, refiere que incluso fue seguridad del ex alcalde de Tabaconas, Pedro Huamán.
“Varias personas me conocen, me tienen mucho cariño, los pocos que se han enterado de lo que me pasó han venido a visitarme, me dijeron que estarán haciendo una actividad para ayudarme, ya que los gastos de mi tratamiento son elevados. Ojalá también me visite mi amigo Pedro (Huamán)”, precisó.
Además, indicó que tan luego quedó con el brazo destrozado, fue auxiliado por un vecino quien lo llevó en una moto al centro de salud de Panchía, donde fue atendido por el personal de salud, quienes al ver la complejidad del hecho lo trasladaron de inmediato al hospital general de Jaén.
“En el hospital ni me atendían rápido, decían que no hay especialista, caminaban de acá para allá, felizmente unas personas que me acompañaron me trajeron a la clínica San Marcos, de lo contrario me moría, acá me han salvado la vida”, refirió.

Cervando Córdova solo esperaba reunir un dinero para pagar a la clínica de su operación, por lo que en las próximas horas ya saldría de la clínica con su brazo amputado en una bolsa negra. “Tengo que enterrarlo en mi tierra; estoy muy preocupado cómo para trabajar si me quedó sin mi brazo derecho, hoy está acá mi hijo, quien ha venido desde Lima a verme, pero tiene que regresarse porque allí trabaja, me quedaré de nuevo solo, ya en la posta me curarán mi brazo, hay mucha gente que me conoce y me quiere mucho”, finalizó el agricultor con algunas lágrimas en sus ojos, ya que le tocará afrontar una nueva realidad, esperando el apoyo de sus amigos, hoy que los necesita más que nunca.

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