Condenada a 8 años le conmutaron la pena a 2 años y 5 meses y hoy está libre |
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Lisseth Cubas
Ramírez
El último miércoles
fue liberada la primera interna del penal San Rafael de Jaén, luego que se le
concediera la gracia presidencial de conmutación de pena por la emergencia que
se vive a nivel nacional por el coronavirus.
Se trata de Alfaro
Vásquez Blanca Del Pilar, a quien se le conmutó la pena privativa de libertad
de 8 años por delito de peculado doloso a 2 años 5 meses y 3 días; cuyo cómputo
venció ayer miércoles 6 de mayo de 2020.
Acompañada de su
menor hijo de 2 años, de nombre Camilo, la beneficiaria fue puesta en libertad
al promediar las 2 de la tarde.
Con los ojos llenos
de lágrimas, la mirada llena de esperanza y con su hijo entre los brazos salió del
establecimiento penitenciario en donde pasó los últimos 2 años y medio de vida,
tras un proceso judicial en el que se le condenó por afectar económicamente a
la municipalidad distrital de Callayuc, en la provincia de Cutervo.
El personal de la
Dirección Subregional de Salud Jaén realizó la prueba rápida para el descarte de
Covid-19 a la excarcelada y su hijo, antes de que egresen del establecimiento penitenciario,
quiénes arrojaron negativo, además les brindaron información para que ambos guarden
cuarentena como medida de prevención.
Les sacaron prueba rápida antes de excarcelación |
El director del
INPE Jaén, Cristhian Joel Hernández Cruz, se despidió efusivamente del pequeño
“Camilito”, quien era muy querido por el personal del Inpe, describiéndolo como
un niño hábil, inteligente y muy estudioso.
“Siempre era como
un requisito de nosotros llegar con fruta o cualquier alimento de su agrado. Sé
que se inicia una nueva vida para Camilito y para su madre, pero sé también que
nos recordara siempre, porque pese al lugar donde estuvo, tratamos de adecuarlo
para que no sienta el encierro al que fue condenado su madre”, puntualizó.
Al momento de
despedirse de todas las “reclusas”, Alfaro Vásquez Blanca Del Pilar solo atinó
a llorar y desearles lo mejor. Entre lágrimas, aplausos y sonrisas fue su
despedida del penal. En los exteriores era esperada por su padre, con quienes
no se había visto por varias semanas, debido a que se prohibió el ingreso de
visitas.
Ambos prefirieron
no declarar y solo mostraron agradecimiento por la gracia presidencial
concedida, comprometiéndose a forjar una nueva vida y nunca más volver a pisar
una prisión.
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